miércoles, 23 de enero de 2013

Sombra

Las lágrimas se mezclaban con la sangre en su cara y le nublaban la vista sin que pudiera hacer nada por detenerlas. Corría entre la multitud, chocando, cayendo, golpeando, siendo empujada y golpeada. Pero cada vez que caía lograba levantarse de nuevo. El centro comercial se había convertido en un maremágnum en el que la gente huía corriendo caóticamente a un lado y a otro, aturdida por los gases lacrimógenos, la cuasioscuridad y, sobre todo, el terror cegador de no saber qué o quién los estaba masacrando.

Estaba agotada de correr de un lado para otro, le ardía el pecho, le dolían los brazos y las piernas, pero no podía parar o seguramente la matarían. Tenía la certeza de que acabaría muriendo esa misma noche, en unos segundos, en media hora, no lo sabía. Pero, como tantos otros, no saldría viva de allí.

Unos metros por detrás oía a un grupo de hombres gritando. Por el rabillo del ojo vio cómo unas mujeres corrían hacia las cajas del supermercado. Resbaló con la sangre del suelo y casi se cayó al girar hacia ellas, pero logró mantenerse en pie y corrió. Sin dejar de correr miró hacia atrás y vio que los hombres pasaban de largo. Las mujeres entraron casi en silencio en el pasillo de las consolas. Ella hizo lo mismo. Eran cuatro y tenían el rostro desencajado de terror. A las dos primeras no les dio tiempo a gritar antes de matarlas con sus katanas.

1 comentario :

  1. Hala :O

    Pues sí que puede dar de sí este relato, mucho más, pero no sé si se puede conseguir que la gente no recuerde Battle Royale o Los Juegos del Hambre al leerlo. Yo te pediría que escribieras algo más extenso a partir de estas líneas, a ver qué sale :)

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