martes, 15 de enero de 2013

Sueños de esclavitud

Le gustaba hacer tintinear la bolsita llena de monedas que llevaba atada al cuello cuando se encontraba a solas. Desde hacía un par de años ahorraba cada moneda que ganaba recogiendo chatarra, llevando mensajes, trapicheando, mendigando... Iba cambiando las míseras monedas de madera por otras de terracota, las de terracota por las de cobre, y las de cobre... ya pronto tendría una de plata y con ella compraría aquello que tanto ansiaba.

Unos días después colgaba de su cuello su nuevo monedero -vacío- de napa y marfil.

No hay comentarios :

Publicar un comentario