domingo, 15 de junio de 2014

Gotas de vida

Una gota de agua.
Sólo una gota de agua.
Y otra.
Y otra.
Y otra.
Que caían en el polvo del desierto de Atacama.

Lucio había conducido toda la noche hasta que tras las primeras luces del alba el cielo parió al sol sobre la carretera. Y todo se volvió rojo sangre, rojo tierra, rojo polvo y rojo muerte. El camión cisterna yacía a un lado de la carretera. En uno de sus lados, una grieta. Goteaba.

La tierra se bebía el agua, la vida. Gota a gota, las semillas sedientas se saciaban y su interior se hinchaba como un vientre fecundado por borbotones de lluvia blanca.

Se llevaron el camión y la tierra parió al día siguiente. Brotes verdes, azules, rosas y amarillos que se recortaban sobre el rojo. Un oasis de vida donde hubo muerte.

No hay comentarios :

Publicar un comentario