Oiron se despertó de nuevo. El sol pegaba fuerte y tenía calor y algo le lamía la cara y olía a vómito y meados recalentados por el sol. Apartó con ambos brazos a lo que fuera que le estaba lamiendo la cara y se medio incorporó apoyando ambas manos en el suelo hasta quedarse sentado. Joder, le iba a explotar la cabeza.
Se armó de valor y entornó los ojos para ver un cachorro blanco con un ojo marrón y otro azul claro que le miraba con la lengua fuera y moviendo el rabo recortado a toda velocidad.
seeeeeeeeehhhhhhhhhhhhhhhh!!!
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